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Una poeta en el Renacimiento, Verónica Gambara (1485-1550)


 Verónica Gambara soñó con ser poeta y lo consiguió. Con sus versos canalizó sus sentimientos e inmortalizó sus inquietudes. Admiraba a Vittoria Colonna y ensalzó al emperador Carlos V, a quien recibió suntuosamente en su señoría de Corregio, un lugar que convirtió en su hogar y en un Parnaso de arte y literatura. 

Verónica nació el 30 de noviembre de 1485. Era hija de unos condes y recibió una educación centrada en idiomas, filosofía, literatura y teología. Sus padres concertaron un matrimonio de conveniencia para ella con el conde Giberto X, señor de Correggio con quien tuvo dos hijos. Convertida en condesa, Verónica aprovechó su posición para nutrir su biblioteca con valiosas obras literarias y profundizando en su conocimiento. 

En 1518 quedaba viuda. Desolada por la pérdida de su marido al que amó sinceramente, decidió no volver a casarse y se centró en su poesía, en el gobierno de Correggio y en convertir su palacio en centro neurálgico del arte y el saber. 

Aunque no se sabe si llegaron a conocerse en persona, Verónica Gambara admiró la obra de Vittoria Colonna y esta la de la señora de Correggio, dedicándose hermosos versos laudatorios. 

Oh mujer sabia y hermosa,
única en nuestro tiempo, incluso divina,
a quien los más dignos de fama se inclinan
con reverencia.

[...]

Nuestro sexo debe construir un templo sagrado
y noble como los de Palas y de Febo
construido de rico mármol y oro puro;

Eres el modelo mismo de la virtud, oh
Señora, y sólo quisiera poder alabarte
tanto como te venero y amo y adoro. 

Verónica Gambara brilló con luz propia hasta su muerte. Poeta, gobernadora, diplomática, mecenas, hizo de su hogar en Correggio uno de los centros neurálgicos de la belleza renacentista. Fallecía el 13 de junio de 1550. 

Si quieres leer sobre ella

Mujeres silenciadas en el Renacimiento 2. Las artes, las ciencias y las primeras feministas


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