Ahora que se habla tanto de Eurovisión, de su politización, de la pérdida de su esencia, os recomiendo que veáis la deliciosa serie La Canción (Movistar Plus). Inspirada en cómo se fraguó la decisión de enviar a Massiel al festival, con un tono desenfadado y alejado de trifulcas políticas que últimamente lo impregnan todo, a lo largo de tres episodios se repasa no sólo la historia concreta de la discusión con Joan Manel Serrat a cuenta de su petición de cantar en catalán y la llegada en el último momento de un huracán como Massiel interpretada, por cierto, por una magnífica Carolina Yuste. A lo largo de la historia real, descubrimos historias personales de personajes ficticios, pero muy auténticos y seguramente con muchos correlatos en la vida real. Chicas jóvenes con ganas de cambiar el mundo; muchachos con ideas pero con miedo a enojar al régimen de Franco; otros dispuestos a romper tabúes demasiado peligrosos... Todo, como digo, en una recreación muy divertida en la que, adem...
Foto: vivianmaier.com Hay personas transparentes. Y otras que se empeñan en ser lo que no son en realidad. Seres que se debaten entre la identidad que muestran a los demás y la auténtica esencia de su persona. Así fue Vivian Maier, un alma errante que se presentó ante el mundo como una niñera pero que en realidad escondía una artista de talento excepcional. Vivian no quiso nunca vender su arte, para ella, fotografiar la vida cotidiana que la rodeaba era una manera de sentirse viva. Su cámara formaba parte de su ser, de su esencia. Sólo al final de su existencia, su extensa obra salió a la luz y cuando ella, la niñera, había muerto, la fotógrafa nació para la eternidad. Vivian Maier nació el 1 de febrero de 1926 en Nueva York de madre francesa y padre austriaco. Su infancia transcurrió entre los Estados Unidos y la Francia natal de su madre, Marie. Su padre desaparece del cuadro siendo ella una niña y aparece en escena Jeanne Bertrand, una fotógrafa francesa que convivió un tiempo ...