Ahora que se habla tanto de Eurovisión, de su politización, de la pérdida de su esencia, os recomiendo que veáis la deliciosa serie La Canción (Movistar Plus). Inspirada en cómo se fraguó la decisión de enviar a Massiel al festival, con un tono desenfadado y alejado de trifulcas políticas que últimamente lo impregnan todo, a lo largo de tres episodios se repasa no sólo la historia concreta de la discusión con Joan Manel Serrat a cuenta de su petición de cantar en catalán y la llegada en el último momento de un huracán como Massiel interpretada, por cierto, por una magnífica Carolina Yuste. A lo largo de la historia real, descubrimos historias personales de personajes ficticios, pero muy auténticos y seguramente con muchos correlatos en la vida real. Chicas jóvenes con ganas de cambiar el mundo; muchachos con ideas pero con miedo a enojar al régimen de Franco; otros dispuestos a romper tabúes demasiado peligrosos... Todo, como digo, en una recreación muy divertida en la que, adem...
Wikimedia Commons Lady Ottoline Morrell utilizó su posición y su fortuna para convertirse en una de las mecenas de las artes y las letras más importantes de la Inglaterra de principios del siglo XX. Protectora de los miembros del Círculo de Bloomsbury, a cuyas reuniones asistía puntualmente, algunos de sus miembros la utilizaron como modelo para sus obras artísticas y literarias, aunque no siempre salió bien parada. Aún así, ella, amante del arte, se dejó su fortuna en ayudar a muchos de ellos a alcanzar sus sueños. Ottoline Violet Anne Cavendish-Bentinck nació el 16 de junio en el seno de la nobleza inglesa. Era hija del teniente Arthur Cavendish-Bentinck y su segunda esposa, Augusta Browne, y descendiente por linea materna del duque de Wellington. Ottoline, medio hermana del duque de Portland, quien la nombró su heredera, estudió en el Somerville College, la primera escuela femenina perteneciente a la Universidad de Oxford. En 1902 se casó con Phillip Morrell, diputado liber...