Ahora que se habla tanto de Eurovisión, de su politización, de la pérdida de su esencia, os recomiendo que veáis la deliciosa serie La Canción (Movistar Plus). Inspirada en cómo se fraguó la decisión de enviar a Massiel al festival, con un tono desenfadado y alejado de trifulcas políticas que últimamente lo impregnan todo, a lo largo de tres episodios se repasa no sólo la historia concreta de la discusión con Joan Manel Serrat a cuenta de su petición de cantar en catalán y la llegada en el último momento de un huracán como Massiel interpretada, por cierto, por una magnífica Carolina Yuste. A lo largo de la historia real, descubrimos historias personales de personajes ficticios, pero muy auténticos y seguramente con muchos correlatos en la vida real. Chicas jóvenes con ganas de cambiar el mundo; muchachos con ideas pero con miedo a enojar al régimen de Franco; otros dispuestos a romper tabúes demasiado peligrosos... Todo, como digo, en una recreación muy divertida en la que, adem...
Autorretrato. Museo de Bellas Artes Chéret, Niza. Wikimedia Commons En las páginas de su diario, como si fuera una terrible premonición, María Bashkirtseff aseguró que sería célebre o fallecería. Esto escribía cuando tenía solamente veintidós años. Cuatro años después, una tuberculosis truncó su carrera como pintora. Para entonces su obra empezaba a ser admirada y llegó a crear un amplio catálogo de pinturas que en la actualidad se exhiben en algunos de los museos más célebres del planeta. Pero María pasó a la historia también, quizás sobre todo, por su extenso diario que escribió durante una década y en el que vertió sus más profundos sentimientos. María Konstantinovna Bashkirtseva nació el 11 de noviembre de 1858 en Gavrontsy, por aquel entonces perteneciente al Imperio Ruso, en el seno de una familia noble. Maria se pasó la infancia viajando por Europa hasta que se instalaron definitivamente en Francia donde viviría toda su breve existencia y asumió el francés como leng...