Ahora que se habla tanto de Eurovisión, de su politización, de la pérdida de su esencia, os recomiendo que veáis la deliciosa serie La Canción (Movistar Plus). Inspirada en cómo se fraguó la decisión de enviar a Massiel al festival, con un tono desenfadado y alejado de trifulcas políticas que últimamente lo impregnan todo, a lo largo de tres episodios se repasa no sólo la historia concreta de la discusión con Joan Manel Serrat a cuenta de su petición de cantar en catalán y la llegada en el último momento de un huracán como Massiel interpretada, por cierto, por una magnífica Carolina Yuste. A lo largo de la historia real, descubrimos historias personales de personajes ficticios, pero muy auténticos y seguramente con muchos correlatos en la vida real. Chicas jóvenes con ganas de cambiar el mundo; muchachos con ideas pero con miedo a enojar al régimen de Franco; otros dispuestos a romper tabúes demasiado peligrosos... Todo, como digo, en una recreación muy divertida en la que, adem...
Wikimedia Commons En la primavera de 1903, una pintora americana que se encontraba de viaje por Shangai recibía una carta de su compatriota Sarah Pike Conger. Sarah era la esposa del embajador de los Estados Unidos en Pekín y había contactado con ella desde la capital del imperio chino para hacerle una proposición que no podía rechazar. Katharine Carl llevaba años pintando retratos, algunos de personalidades famosas, y ahora se le presentaba la oportunidad de entrar en la Ciudad Prohibida para inmortalizar a su emperatriz. Katharine Augusta Carl era una pintora nacida el 12 de febrero de 1865 en Nueva Orleans. Después de graduarse en arte en el Tennessee State Female College en 1882, se marchó a Europa a continuar estudiando. En París recibió clases de pintura de la mano de artistas como William Adolphe Bouguereau y llegó a exponer en el prestigioso Salón de la capital francesa. Miembro de varias instituciones y sociedades artísticas, Katharine no dejó de viajar durante toda su vi...