La archiduquesa roja, Isabel María de Austria (1883-1963)

Wikimedia Commons Cuando el príncipe heredero del Imperio Austro-Húngaro fallecía en extrañas circunstancias en el pabellón de caza de Mayerling, su única hija era una niña de tan sólo cinco años. Ajena al drama que vivía su familia, la felicidad infantil de la pequeña Erzsi pronto dio paso a una vida de desarraigo y tristeza. Con un padre desaparecido y una madre que nunca mostró por ella el más mínimo cariño, fue el emperador Francisco José el único que sintió por ella un afecto sincero. Isabel María de Austria fue una de las nietas de la flamante y desdichada emperatriz Sissí. Y como ella, pasó una etapa de su vida viajando en una huida desesperada de su propio destino y sufriendo por la vida que le tocó vivir. Solamente al final de sus días, cuando se unió a un humilde profesor y político, fue un poco feliz. Para entonces había renunciado a sus derechos dinásticos y se había acercado al partido socialdemócrata, lo que le valió el apodo de la archiduquesa roja. Isabel María E...