Amante hasta la muerte, María Vetsera (1871-1889)
El nombre de la baronesa Marie Alexandrine Freiin von Vetsera no pasó a la historia tanto por ser una de las amantes del archiduque Rodolfo de Habsburgo, sino por su trágico final. Una fría mañana de enero de 1889, los cuerpos sin vida de María y Rodolfo eran encontrados en la cama del pabellón de caza que el emperador Francisco José I tenía en Mayerling.
Dispuesta a ser amante
A finales de 1888, la baronesa María Luisa Mendel von Wallersee, prima del Kronprinz, presentaba a Rodolfo a una joven aristócrata llamada María Vetsera. Nacida en Viena el 19 de marzo de 1871, María pertenecía a la pequeña noble húngara y su padre era un diplomático húngaro afincado en la corte vienesa. Por aquel entonces, María tenía dieciséis años. A pesar de no conocer a Rodolfo personalmente estaba enamorada perdidamente de él. Una vez entró en su vida haría todo lo posible por no dejarlo marchar.
Un heredero marcado por la desdicha
En aquel momento, el archiduque Rodolfo estaba casado y tenía una hija. Pero su matrimonio hacía tiempo que estaba roto. Rodolfo tenía amantes y vivía una vida disipada y en constante peligro por sus ideales políticos. Sus tendencias liberales diferían totalmente del autoritarismo impuesto por el Emperador Francisco José.
De tímidos paseos a la petición de nulidad
La relación entre Rodolfo y María pasó de un tímido estadio de paseos y abrazos inocentes a citarse en las habitaciones privadas del Hofburg. Estefanía de Bélgica, esposa de Rodolfo, soportaba y consentía con resignación esta y todas las anteriores conquistas de su marido. Pero lo que nunca se imaginó fue que la relación con María llevaría a Rodolfo a pedir la nulidad de su matrimonio. En la rígida y encorsetada corte de los Habsburgo aquello era peor que un sacrilegio. En el estricto protocolo de la corte no existían las palabras nulidad ni divorcio. Aquello indignó muchísimo al emperador.
Una amante hasta el final
Existen dos corrientes diametralmente opuestas acerca de la misteriosa muerte de Rodolfo y su amante María en el pabellón de caza de Mayerling.
La versión oficial fue el suicidio. Según ésta, Rodolfo, de carácter depresivo y obsesionado con la muerte, en un momento de locura, había decidido terminar con su vida. Lo cierto era que había llegado demasiado lejos en sus conspiraciones políticas hasta el punto de quemarse. Fue demasiado tarde cuando se dio cuenta de que había alimentado las llamas de una conspiración para matar al emperador. Atrapado en su propia imprudencia, la única salida era quitarse de en medio. Parece ser que María, perdidamente enamorada de Rodolfo, estuvo dispuesta a seguir a su amado en aquel trágico final. Siguiendo esta versión, Rodolfo habría asesinado a su amada para después quitarse él mismo la vida con el mismo revólver. A pesar de que la versión oficial no fue el suicidio, nunca se mencionaron públicamente las razones políticas; aunque eran un secreto a voces.
La versión oficial fue el suicidio. Según ésta, Rodolfo, de carácter depresivo y obsesionado con la muerte, en un momento de locura, había decidido terminar con su vida. Lo cierto era que había llegado demasiado lejos en sus conspiraciones políticas hasta el punto de quemarse. Fue demasiado tarde cuando se dio cuenta de que había alimentado las llamas de una conspiración para matar al emperador. Atrapado en su propia imprudencia, la única salida era quitarse de en medio. Parece ser que María, perdidamente enamorada de Rodolfo, estuvo dispuesta a seguir a su amado en aquel trágico final. Siguiendo esta versión, Rodolfo habría asesinado a su amada para después quitarse él mismo la vida con el mismo revólver. A pesar de que la versión oficial no fue el suicidio, nunca se mencionaron públicamente las razones políticas; aunque eran un secreto a voces.
Fuera lo que fuera lo que sucedió, las últimas horas de la vida de estos dos amantes, aquel 30 de enero de 1889, lo cierto es que Rodolfo fue enterrado en la Cripta Imperial de los Capuchinos de Viena con todos los honores posibles. El cuerpo de María desapareció rápidamente de Mayerling para ser enterrado en el monasterio cisterciense de Heiligenkreuz. Parece ser Rodolfo había pedido ser enterrado al lado de su amada. Su último deseo tampoco se cumplió.
Si quieres leer sobre ella
La sombra de Sissi
María Pilar Queralt del Hierro
http://huequitosdesol.blogspot.com.es/2015/08/mujeres-en-la-historia-amante-hasta-la.html
ResponderEliminarMe ha gustado muchisimo tu Blog te dejo el mio por si te apetece echarle un vistazo. Gracias.
me ha gustado mucho esta historia
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