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La soledad de la reina, María Teresa de Austria (1638-1683)

 Francia y España estuvieron unidas por lazos dinásticos durante siglos. Y lo hicieron gracias al constante intercambio de princesas que atravesaron la frontera una y otra vez para asegurar no solo la descendencia del reino que las acogía, sino para garantizar una paz que no siempre era duradera. La Isla de los Faisanes se convirtió en ese punto de encuentro en el que Marías, Teresa, Anas, dejaron atrás su país, su hogar, para unirse a una nueva corte que no siempre la recibió con los brazos abiertos. Aunque eso no era lo importante. Lo que se esperaba de ellas no era tanto su felicidad personal como la de la dinastía, y eso solo se podía lograr si traían al mundo mucha descendencia. 

En el verano de 1660, una joven princesa de 22 años se casaba con el flamante Rey Sol, como gustaba de hacerse llamar el famoso soberano Luis XIV de Francia. Pocos días antes, María Teresa había llegado hasta la Isla de los Faisanes para encontrarse con la que sería con su nueva familia. Aun los lazos de sangre ya eran muy estrechos.

María Teresa de Austria y Borbón había nacido el 10 de septiembre de 1638 en el palacio de El Escorial. Era una de las hijas que Felipe IV había tenido con su primera esposa, Isabel de Borbón. El 9 de junio de 1660 se casaba con su primo-hermano Luis, rey de Francia, en un enésimo intento de sellar la paz entre ambos reinos, gobernados por miembros de la misma dinastía Borbón, algo que no sucedería. Luis XIV continuó con su política de avance territorial atacando territorios españoles como Flandes o puntos del Caribe. 

Mientras su marido se ocupaba de su reino, y de sus amantes, María Teresa sufrió el aislamiento en el hermoso palacio de Versalles. La consanguinidad que unía a los reyes hizo, posiblemente, que de los seis hijos que tuvieron, solamente uno, Luis, apodado "El Gran Delfín" y futuro padre de Felipe V, sobreviviría a la infancia. María Teresa tuvo que soportar compartir su vida y su marido con una larga lista de amantes, como Louise de La Vallière, Françoise de Rochechouart, Madame de Montespan o María Angélica de Fontanges. 

María Teresa solamente tuvo un papel destacado en el gobierno de Francia cuando en 1672, durante la ausencia de su marido a cuenta de la campaña contra Holanda, asumió la regencia del reino. Una década después, en 1683, con tal solo 44 años, fallecía en Versalles. Luis XIV se volvió a casar en un matrimonio morganático dos años después con Madame de Maintenon

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