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La sencillez convertida en arte, Emilia Shanks (1857-1936)

 Emily Shanks plasmó en sus lienzos la vida cotidiana. Inmortalizó la belleza de las pequeñas cosas, de las niñas jugando, en la escuela, con la institutriz; en el médico, en el campo, en sus hogares. Escenas sencillas que esta pintora rusa convirtió en arte. 


Emilia Yákovlevna Shanks nació el 1 de agosto de 1857 en Moscú. Su padre regentaba una de las tiendas más lujosas de la ciudad. La holgada economía familiar permitió a Emily y a sus hermanas recibir una buena educación a la vez que se relacionaron con grandes escritores e intelectuales de su tiempo como León Tolstói. 


Su temprana pasión por la pintura fue perfeccionada en la Escuela de Pintura, Escultura y Arquitectura de Moscú donde se graduó con honores. Poco tiempo después, empezó a exponer algunas de sus obras y a despertar el interés por su arte en las altas esferas de la sociedad rusa, incluyendo a la propia zarina  Alejandra Feodorovna, quien se interesó por alguna de sus pinturas. 


En 1894 ingresó en la Sociedad Rusa de Exposiciones de Arte Itinerantes conocida como los Peredvizhniki, siendo la primera mujer en hacerlo. Los siguientes años vendió parte de sus cuadros y participó en muchas exposiciones en Moscú. 


La Revolución Rusa afectó profundamente al negocio de su familia y la Primera Guerra Mundial los obligó a exiliarse en Londres. En la capital inglesa, siguió pintando y exponiendo con éxito. 

Emilia Shanks continuó pintando hasta su muerte a principios de 1936 en Londres.


Imágenes: Wikimedia Commons

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