La libertadora de Bolivia, Juana Azurduy (1780-1862)


Foto: Wikimedia Commons

Este fue el título con el que Bolivia nombró en el año 2009 a Juana Azurduy, considerada una de las heroínas de la independencia del país del imperialismo español. Como este, otros muchos honores recibió en vida y tras su desaparición. No en vano, Juana Azurduy lideró con valentía, primero junto a su marido y después en solitario, las guerrillas que se enfrentaron a la guerra contra España. Pero a pesar de haberse jugado la vida por su patria y ver morir a cuatro de sus hijos, Juana terminó viviendo en la indigencia y murió en soledad.

Juana Azurduy Bermúdez nació el 12 de julio de 1780 en Chuquisaca, la actual Sucre. Su padre, Matías Azurduy, era un rico propietario de raza blanca que se había casado con Eulalia Bermúdez. Huerfana siendo una niña, Juana se educó y creció en el Convento de Santa Teresa de esta localidad. La joven de espíritu rebelde, no se adaptó a la vida conventual y pocos años después fue finalmente expulsada.

Con veinticinco años, Juana se casó con Manuel Ascencio Padilla, quien en aquel momento, en 1805, estaba estudiando derecho. Cuatro años después, la pareja se unía a la revolución de Chuquisaca que terminó con la derrota de los rebeldes y su huida de la zona.  Manuel y Juana volvieron a unirse a la causa anti española que supuso la confiscación de todos sus bienes cuando las tropas realistas ganaron terreno en el Alto Perú, la actual Bolivia.

La pareja, que tuvo cinco hijos, pasó los siguientes años luchando contra el control del imperio español. Juana destacó por su valentía y sus dotes de mando y organización en el escuadrón conocido como "Los Leales", hechos que le valieron algunos triunfos y su nombramiento como teniente coronel en el verano de 1816, cuando se le hizo la entrega simbólica de un sable con el que se la ha retratado en alguna ocasión. Aquel mismo año Juana Azurduy sufría un duro golpe cuando su marido fallecía cuando acudió a rescatarla de la batalla de la Laguna en la que había caído herida.

Desde entonces, su suerte fue a peor hasta que terminó viviendo en la indigencia. Juana había perdido a cuatro de sus hijos, muertos a causa del hambre y las penurias de la guerra, a la que regresó estando embarazada de su última hija, Luisa. Tras dar a luz en 1814, volvió al campo de batalla en el que perdería a su marido dos años después.

En 1825 Simón Bolívar la ascendió a coronel y le otorgó una pensión con la que pudo sobrevivir hasta que cinco años después dejó de percibirla. Los últimos años de su vida fueron penosos, en lucha continua por recuperar los bienes que perdió en la guerra y malviviendo con un dinero que no siempre llegaba del gobierno por el que había luchado. Juana Azurduy logró sobrevivir hasta los ochenta y un años. Falleció el 25 de mayo de 1862 en la más absoluta de las pobrezas y fue enterrada en una fosa común.

Tuvieron que pasar más de cien años para que su cuerpo y su memoria fueran restablecidos. Sus restos fueron exhumados y trasladados a un mausoleo construido en su honor en la ciudad de Sucre. En 2009 Argentina la ascendida a general del ejército argentino y Bolivia a mariscal de la república boliviana.

 Si quieres leer sobre ella 

Mujeres de armas tomar, Isabel Valcárcel




 Películas que hablan de ella 

La tierra en armas

Comentarios

  1. Muchas gracias Sandra por darnos a conocer la vida de esta heroína que luchó valientemente por la libertad y la independencia de su Bolivia natal en particular y de las antiguas colonias españolas en Sudamérica en general. La verdad debo confesar que se conocen poco de aquellas mujeres que, como Juana Azurduy, lucharon bravamente por la independencia y la libertad de sus pueblos. Ya quisiera que se pudieran conocerse más y mejor las historias de esas heroínas que siguen siendo desconocidas para mucha gente debido en parte a la misoginia y al machismo imperantes en su época.
    Por eso me alegro muchísimo de que este blog tuyo de mujeres de la Historia exista: porque nos da la oportunidad de aprender valores como la igualdad entre hombres y mujeres o el respeto a la dignidad humana.
    Saludos de un amante de la Historia.

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  2. Gracias x recordar la vida de esa valerosa mujer. Saludos desde Bolivia!

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  3. me encantan todos sus escritos Sandra. Pero bueno soy Argentina y me siento emocionada orgullosa de ver a una heroina latinoamericana entre tantas otras mujeres valerosas de la historia. gracias! saludos.

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