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La Canción

Ahora que se habla tanto de Eurovisión, de su politización, de la pérdida de su esencia, os recomiendo que veáis la deliciosa serie La Canción (Movistar Plus). Inspirada en cómo se fraguó la decisión de enviar a Massiel al festival, con un tono desenfadado y alejado de trifulcas políticas que últimamente lo impregnan todo, a lo largo de tres episodios se repasa no sólo la historia concreta de la discusión con Joan Manel Serrat a cuenta de su petición de cantar en catalán y la llegada en el último momento de un huracán como Massiel interpretada, por cierto, por una magnífica Carolina Yuste.  A lo largo de la historia real, descubrimos historias personales de personajes ficticios, pero muy auténticos y seguramente con muchos correlatos en la vida real. Chicas jóvenes con ganas de cambiar el mundo; muchachos con ideas pero con miedo a enojar al régimen de Franco; otros dispuestos a romper tabúes demasiado peligrosos... Todo, como digo, en una recreación muy divertida en la que, adem...

La reina sencilla, Carlota de Inglaterra (1744-1818)

Retrato de la reina Carlota. Thomas Gainsborough. Palacio de Buckingham. Wikimedia Commons

En 1785 Fanny Burney, una de las damas de honor de la reina Carlota de Inglaterra escribió una bonitas palabras en su diario describiendo a su señora: Sus modales manifiestan una dignidad natural y, a la vez, la más encantadora sencillez, y posee esa auténtica nobleza. Educada, elegante y culta, Carlota de Mecklenburgo-Strelitz supo ganarse el corazón del rey Jorge III de Inglaterra y de todo su pueblo.

Infancia alemana
Sofía Carlota de Mecklenburgo-Strelitz nació el 19 de mayo de 1744 en Mirow, un pequeño ducado alemán. Fue la octava de diez hijos del príncipe Carlos Luis de Mecklemburgo-Strelitzy e Isabel Albertina de Sajonia-Hildburghausen.

La infancia de la pequeña duquesa transcurrió con normalidad en el palacio de Mirow. Allí recibió una exquisita educación y una formación religiosa protestante de la mano de su madre.

La esposa de un rey
El 25 de octubre de 1760 moría el rey inglés Jorge II. Heredaba la corona su nieto, el príncipe de Gales, quien subió al trono como Jorge III. Tenía 22 años, por lo que hasta el momento no se había planteado su matrimonio. Pero convertido en rey, sus asistentes y su madre, Augusta de Sajonia-Gotha, iniciaron una rápida pero exhaustiva búsqueda. La elección recayó en la joven Carlota, quien entonces tenía 17 años.

Retrato de la reina Carlota. Estudio de Sir Joshua Reynolds. Wikimedia Commons

El joven rey había puesto sus miras en otras mujeres como Lady Sarah Lennox, hermana del duque de Richmond, pero pronto su madre y sus allegados desestimaron la propuesta de Jorge. A pesar de que la elección no fue tomada por el propio interesado, Jorge se enamoró sinceramente de Carlota, a la que le habría sido fiel a lo largo de su vida.

Carlota llegó a su nueva patria en 1761. Ese mismo año, el 8 de septiembre, se celebraba la boda en la Capilla Real del Palacio de Saint James de Londres. Dos semanas después, la abadía de Westminster era el escenario elegido para su coronación.

Una reina culta y maternal
La reina Carlota no defraudó a sus nuevos súbditos. Inteligente y culta, la nueva consorte era una gran amante de las artes. Uno de los hijos de Johan Sebastian Bach, Johan Christian Bach, fue su profesor de música y Mozart, quien visitó la corte inglesa en 1764, le dedicó una de sus obras.

Además de dedicarse a obras de caridad como la fundación de orfanatos u hospitales para mujeres embarazadas, la reina supervisó la educación de sus 13 hijos (otros dos habían muerto de niños). Carlota se ocupó tanto de la educación de sus hijos como de sus hijas, pues daba mucha importancia a la educación de las mujeres, del mismo modo que ella había recibido una importante formación.

Famosos fueron los entrañables cuadros que muchos pintores como el artista alemán Johann Zoffany realizaron de la reina y sus hijos en las conocidas como conversation pieces.


Fiel a su marido
Hacia 1810 una extraña locura, acentuada por la prematura muerte de su hija, la princesa Amelia, confinó al rey Jorge III en los muros del castillo de Windsor donde permaneció hasta su muerte diez años después. Durante este tiempo, en el que su hijo Jorge IV reinó como regente, su esposa la reina Carlota estuvo a su lado todo el tiempo que se le permitió.

Solamente su muerte acaecida el 17 de noviembre de 1818 la separó definitivamente de su esposo y de sus amados hijos. Junto a uno de ellos, el príncipe regente, murió la reina a los 74 años de edad.

La reina Carlota fue enterrada en la Capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor.

 Referencias 

www.britannica.com/biography/Charlotte-queen-of-England
www.royal.uk/queen-charlotte
en.wikipedia.org/wiki/Charlotte_of_Mecklenburg-Strelitz

Comentarios

  1. hola sandra me gusta tu blog me parece muy interesante la historia de todas estas mujeres.He leido unas cuantas pues resulta muy amena su lectura
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  2. Gracias. Como siempre magnífica........

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