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El arte de los espíritus, Hilma af Klint (1862-1944)

 A mediados de los años 80 del siglo pasado, la obra de una genial pintora salía a la luz. Enormes óleos con colores intensos y figuras extrañas habían permanecido décadas escondidos en un almacén por orden expresa de su propia autora. Hilma af Klint estaba convencida de que su arte debía esperar, paciente, en la oscuridad, hasta que el mundo la comprendiera. Más de mil trabajos, pinturas y obras en papel, en los que la pintora sueca plasmó un universo maravilloso. 

Hilma af Klint nacía el 26 de octubre de 1862 en la localidad sueca de Solna. Hija de un almirante y una ama de casa, Hilma empezó a estudiar pintura en la Real Academia Sueca de las Artes donde perfeccionó su técnica y pudo empezar a ganarse la vida con sus retratos y paisajes. 

La prematura muerte de su hermana Hermina pequeña sumió a Hilma en una profunda tristeza y la acercó a los movimientos espirituales y esotéricos del momento. La teosofía, tan en boga entre los artistas e intelectuales, atrajo a Hilma, posiblemente por la necesidad de encontrar respuestas a la trágica desaparición de una niña de diez años. 

Hilma encontró en otras mujeres un refugio y lugar para desarrollar su talento. Conocidas como "Las Cinco", estas mujeres apasionadas por la literatura y el arte, se reunían cada semana para crear lo que los "Altos Maestros" les dictaban en las sesiones de espiritismo que realizaban. Aquel fue el punto de partida para las primeras obras abstractas de Hilma. 

Rudolf Steiner, destacado miembro de la Sociedad Teosófica y fundador de la Antroposofía, recomendó a la pintora cuando observó sus cuadros en Estocolmo, que no los mostraba al público hasta pasados cincuenta años. Según Steiner, el mundo aún no estaba preparado para contemplar y entender su arte. Posiblemente siguió su consejo, puesto que en vida nunca expuso sus obras abstractas.  

En 1920, Hilma viajó a Suiza donde se reencontró con Rudolf y se unió a su Sociedad Teosófica. En aquellos años siguió pintando, centrando su arte en plasmar la religiosidad y la espiritualidad, mientras profundizaba sus conocimientos teosóficos. Cinco años después dejaba de pintar. 

Un trágico accidente, un tranvía la arrolló en Estocolmo, terminó con su vida en 1944. Siguiendo las estrictas indicaciones de su testamento, sus cuadros fueron embalados y depositados en un almacén hasta que en 1986 volvieron a salir a la luz. Fue en Los Ángeles, en la exposición "Lo espiritual en el arte, pintura abstracta 1890-1985". Hilma af Klint desapareció durante décadas de la historia del arte, a pesar de haber sido una pionera del arte abstracto, algunos incluso afirman que antecesora incluso de Vasili Kandinski. 

El museo Guggenheim realizó una exposición en 2024 dedicada a su obra. Una película sueca rescató en 2022 su apasionante biografía. 

Si quieres leer sobre ella

Hilma af Klint, visionaria, Daniel Birnbaum
Hilma af Klint: La pintora de la visión sagrada, Grace Morales
Colores del alma: La vida de Hilma Af Klint, Luciana Pinheiro

Películas que hablan de ella

Hilma

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