Kate Millet nació el 14 de septiembre de 1934 en Minnesota. Su infancia fue una pesadilla, con un padre alcohólico que la maltrataba hasta que abandonó a su esposa y sus tres hijas dejándolas en la pobreza. Su madre tuvo que ganarse la vida trabajando como maestra y vendiendo seguros. Después de su etapa educativa en varios colegios católicos de su ciudad natal, Saint Paul, Kate estudió en la Universidad de Minnesota donde se graduó magna cum laude en arte y literatura inglesa.
Con su título bajo el brazo, Kate empezó a trabajar como profesora y artista. En 1961 se marchó a vivir a Japón donde se ganaba la vida dando clases de inglés. Allí conoció al que sería su marido, el escultor Fumio Yoshimura con el que se casó en 1965 y con quien se instaló en los EEUU donde Kate retomó su labor como profesora y sus estudios de literatura en la Universidad de Columbia. La pareja se separó pocos años después. Kate declaró entonces que era bisexual e inició una relación con la periodista Sophie Keir, con quien permanecería el resto de su vida.
Kate, además de su labor docente, en los años setenta se volcó en el feminismo y en 1966 ingresó en la National Organization of Women (NOW), fundada ese mismo año por mujeres como Betty Friedan. En 1970 obtenía su doctorado con una tesis que se convertiría en uno de los textos clave del feminismo radical en los EEUU. Titulada Política sexual, la obra de Kate Millet acataba duramente el patriarcado criticando la utilización que de la literatura habían hecho grandes autores como D. H. Lawrence o Henry Miller.
Sin olvidar su faceta como artista, en 1971 fundó la Women's Art Colony Farm, una comunidad de mujeres artistas y escritoras. También su labor como escultora tuvo un cariz reivindicativo, esculpiendo cuerpos femeninos que simbolizaban la opresión de las mujeres.
Kate Millet continuó luchando en favor de las mujeres a través de sus obras de arte y sus libros. En 1974 escribió Flying, una obra autobiográfica y años después Going to Iran, obra en la que plasmó sus experiencia en Irán donde viajó junto a Sophie en 1979 para luchar por los derechos de las mujeres hasta que fue deportada. Otro de sus libros destacados fue El Sótano: Meditaciones sobre un Sacrificio Humano, en el que relató la tortura y asesinato de una adolescente llamada Sylvia Likens quien en 1965 había sido torturada y asesinada por su propia cuidadora, Gertrude Baniszewski.
Las ideas radicales de Kate la llevaron a una controvertida defensa de lo que se llamaba eufemísticamente "sexo intergeneracional" y criticaba que las leyes sobre la edad de consentimiento eran opresivas y pedía replantear los derechos sexuales de los niños.
Ya en el nuevo siglo, convertida en todo un símbolo del feminismo radical, siguió con sus escritos y sus obras reivindicativas y luchando contra la tortura, hasta que el 6 de septiembre de 2017 falleció de un paro cardiaco.
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