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La primera presidenta, Vigdís Finnbogadóttir (1930)


En 1980, en la remota, gélida y hermosa isla de Islandia, una mujer rompía un sólido techo de cristal y se convertía en la primera en el mundo en alcanzar la presidencia de un estado de manera democrática. Se llamaba Vigdís Finnbogadóttir y su vida no fue un camino de rosas. Aún así, su fuerza de voluntad, su determinación y sus ganas de cambiar el mundo la convirtieron en toda una pionera. 

Vigdís nacía el 15 de abril de 1930 en la capital de Islandia, Reikiavik. Hija de un ingeniero y profesor universitario y una enferma, ella y su hermano crecieron en un hogar tradicional en el que Vigdís consiguió convencer a sus padres para que la dejaran cumplir su sueño de estudiar literatura francesa en Francia. En Grenoble y en la Sorbona París, Vigdís permaneció varios años hasta que siguió sus estudios, esta vez de teatro, en la Universidad de Copenhague. 

Nína Dögg Filippusdóttir interpreta a Vigdís en la serie La primera presidentad

En 1954 se casó con un médico del que se divorció nueve años después. Tras un matrimonio fallido en el que no tuvo hijos, Vigdís alcanzó su sueño de ser madre cuando ya tenía 41 años. En la década de los 70, querer adoptar un hijo y además hacerlo siendo madre soltera no fue tarea fácil. Pero Vigdís luchó y consiguió que la justicia le diera la razón. En 1972 se convertía en la primera persona soltera de su país que adoptaba una niña a la que llamó Astridur.

En aquellos años cincuenta, Vigdís trabajaba como guía turística, maestra de francés en la Universidad y en cursos que se impartían en la televisión islandesa. También consiguió el cargo de directora artística de la Compañía Teatral de Reykjavík. 

Su nombre se convirtió en clave para el movimiento feminista islandés que en 1980 la propuso convertirse en candidata a las elecciones presidenciales. Tras cierta reticencia, aceptó el reto de enfrentarse a tres candidatos varones que vieron con recelo la ocurrencia de aquella mujer sin estudios, madre soltera y divorciada de convertirse en presidenta. Su victoria sorprendió a todo el país, pero su labor como presidenta los siguientes años debió convencer, pues permaneció en el cargo hasta 1992. 

Elín Hall interpreta a la joven Vigdís en la serie La primera presidenta

En su etapa como presidenta se implicó en muchas cuestiones sociales, ambientales y culturales. En su agenda política se encontraba la lucha por los derechos de las mujeres. En 1986 fue la anfitriona de la Cumbre de Reikiavik en la que se dieron cita los grandes líderes mundiales del momento, Ronald Reagan y Mijaíl Gorvachov. 

Los años posteriores a su presidencia, continuó en primera línea batallando para alcanzar una sociedad mejor y más justa. Así, en 1996 fundaba el Mujeres Líderes Mundiales de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard y en 1998 presidió la Comisión Mundial de la Unesco para la Ética y el Conocimiento Científico y Tecnológico de la Unesco y fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad. 

Desde 2023, el Consejo de Europa otorga el galardón Premio Vigdís para el Empoderamiento de las Mujeres. A sus 95 años continúa siendo un referente para las mujeres de todo el mundo. 


Filmin acaba de estrenar una serie sobre su vida en la que repara todos los triunfos y fracasos, toda la ayuda y las piedras en el camino que se encontró una joven que soñó con mejorar el mundo. 

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