El arte rescatado, Maria Altmann (1916-2011)

Foto: Getty Images

El nazismo dejó tras de sí un rastro de devastación y muerte. Millones de personas perdieron la vida o a sus seres queridos. Fueron expulsados de sus hogares, de sus ciudades, de sus patrias. Los que sobrevivieron tuvieron que reinventarse y volver a empezar. Maria Altmann escapó del horror y pudo construir una nueva vida en los Estados Unidos. Años después, Austria, su patria natal, inició un proceso de restitución de obras de arte para intentar devolver a los judíos lo que el nazismo les había arrebatado. No podían resucitar a sus seres queridos, pero al menos quienes habían sobrevivido podrían recuperar lo que era legítimamente suyo. Sin embargo, el proceso no fue fácil. 

María Altmann fue una mujer austriaca que padeció aquella pesadilla y vivió para contarla. María pertenecía a una familia acomodada de Viena. En su hogar había una importante colección de obras de arte y objetos de gran valor que fueron requisados por las autoridades nazis tras la anexión de Austria al Tercer Reich. Años después, en su nueva vida como norteamericana iniciaría uno de los litigios más importantes para recuperar lo que era suyo. 

Foto: Wikimedia Commons

María Victoria Bloch nació el 18 de febrero de 1916 en Viena. María pertenecía a la familia de los Bloch-Bauer, una rica familia judía. En 1937 se casaba con Fredrick Altmann. Poco después, el Anschluss anexionaba Austria a la Alemania nazi y empezaba la persecución implacable a los judíos. Fredrick fue arrestado y trasladado a Dachau pero finalmente fue liberado. Antes de que la amenaza fuera irreversible, María y su marido decidieron salir del país en una dramática huida en la que dejaron atrás su hogar y sus seres más queridos. María no volvería a ver nunca más a sus padres. 

Los Altmann se establecieron en Los Angeles donde María abrió una tienda de ropa y mantuvo una vida tranquila como ciudadana de los Estados Unidos con su marido y sus cuatro hijos. Muchas décadas después del fin de la Segunda Guerra Mundial, el estado austriaco se vio obligado a iniciar un proceso de restitución en el que, en principio, facilitaría a todos los judíos que lo pidieran, iniciar procesos legales para recuperar lo que se les había quitado. 

María Altamn, entonces ya viuda, Fredick había fallecido en 1994, decidió iniciar el proceso de restitución de lo que pertenecía a su familia. El litigio de María se centraba en unas obras de arte que tenían un valor incalculable. Su tía, Adele Bloch-Bauer y su marido eran unos ricos mecenas de las artes que se codeaban con personalidades de la cultura como Brahms, Mahler o Strauss. Gustav Klimt llegó a pintar en dos ocasiones a Adele, unos retratos que tras la guerra terminaron en la galería vienesa del Belvedere. 
Casi un siglo después del fin de la guerra aún son miles las obras de arte y objetos personales que siguen sin ser restituidos a sus legítimos dueños. 
Estos y otros cuadros fueron los que María intentó recuperar con la ayuda de un periodista austriaco, Hubertus Czernin y Eric Randol Schoenberg, un joven abogado descendiente del compositor Arnold Schoenberg. El gobierno de Austria no se lo puso fácil pero María no se rindió y terminó llevando a su país de origen a los tribunales de los Estados Unidos. Finalmente, consiguió un arbitraje y el 16 de enero de 2006 tres jueces austriacos sentenciaron que el gobierno austriaco debía devolver las obras a quien consideraban su legítima heredera, María Altmann. 

En total, las obras recuperadas de la familia Bloch-Bauer tenían un valor de al menos 150 millones de dólares. En la actualidad, el famoso cuadro de Adele Bloch-Bauer se encuentra en la Neue Galerie de Nueva York. Con el dinero que Maria recaudó de la venta de las obras de arte creó la Fundación María Altmann para ayudar a distintas organizaciones, entre ellas, el Museo del Holocausto de Los Ángeles. 

Altamnn Murió el 7 de febrero de 2011. 

 Bibliografía y referencias 

The lady in gold: the extraordinary tale of Gustav Klimt's masterpiece, portrait of Adele Bloch-Bauer, Anne Marie O'Connor
www.biography.com/news/woman-in-gold-maria-altmann-biography

 Películas que hablan de ella 

La dama de oro

Comentarios

  1. Qué interesante este artículo sobre la tía de Adele Bloch-Bauer. Muchas gracias. Yo escribo sobre cuadros famosos y por supuesto Klimt es uno de ellos. www.marisolroman.com

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  2. En su testamento Adele pidió a su marido que donara las obras de arte a la Galería del Estado de Austria (Belvedere). Si bien es cierto y cruel que los nazis saquearan la casa de los Bloch-Bauer, no tiene mucho sentido que 70 años después vaya la sobrina a reclamar lo que fue de sus tíos como si lo hubiese adquirido ella en su día. La verdadera historia, muy lejos del final romantizado que nos hicieron creer con la película, es que a esta señora le iba muy mal el negocio de la tienda de cachemira. Endeudada hasta el cuello, vio un posible salvavidas en las obras de Klimt. Podría haber tenido un final más ético y menos pesetero, pero desafortunadamente la pela es la pela, y Maria vendió la mayoría de los cuadros que "recuperó" a excepción del primer retrato de Adele que está expuesto en el Neue Galerie, lo que no impidió que la sobrina se hiciera multimillonaria. El segundo retrato de Adele, por ejemplo, fue finalmente vendido a un comprador anónimo de China. Hoy ese cuadro continúa en una colección privada que solo unos pocos chinos pueden disfrutar, todo gracias a su gran interés económico, claro.

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