La princesa espía, Noor Inayat Khan (1914-1944)


Foto: Wikimedia Commons

Cada 14 de julio, a las puertas de Fazal Manzil, una hermosa casa a las afueras de París, siempre hay una banda militar que toca en honor de una mujer que vivió en aquel lugar durante su infancia y que dio su vida por la libertad durante la Segunda Guerra Mundial. Noor Inayat Khan, hija de descendientes de la realeza India, de débil complexión y creencias pacifistas, sorprendió al mundo por su valor en la Francia ocupada por el régimen nazi. A pesar de que la WAAF, la sección femenina del ejército inglés, y el servicio secreto del SOE, dudaron de aquella chica que no pasó las pruebas de resistencia, se convirtió en una pieza clave como espía, no en vano fue la primera mujer en enviar mensajes de radio desde Francia a Inglaterra para boicotear los movimientos alemanes. La vida de Noor se vio truncada cuando la Gestapo la detuvo pero mantuvo su coraje hasta el final, sin delatar a sus compañeros ni tan siquiera cuando fue torturada y condenada a morir fusilada. Varias condecoraciones inglesas y francesas honran la memoria de una de las mujeres más valientes de la Segunda Guerra Mundial.

Noor-un-Nisa Inayat Khan nació el 1 de enero de 1914 en Moscú, capital de la entonces Rusia Imperial. Noor era la mayor de los cuatro hijos de Hazrat Inayat Khan y Ora Meena Ray Baker Noor. Hazrat, descendiente de sultares indios, era músico y maestro de sufismo. Su madre, Ora, era una estadounidense que había conocido a Hazrat en uno de los muchos viajes.

En 1914, cuando aún no había estallado la Primera Guerra Mundial, Noor y su familia se trasladaron a vivir a Bloomsbury, en Londres, donde permanecieron hasta 1920 cuando se mudaron a una casa llamada Fazal Manzil, en Suresnes, cerca de parís.


Foto: National Portrait Gallery. Londres

Noor fue una estudiante aplicada que cursó psicología infantil en la Universidad de la Sorbona y música en el conservatorio parisino. Cuando en 1927 fallecía su padre, se hizo cargo de sus tres hermanos menores y de su madre.

Noor soñaba con convertirse algún día en una escritora de cuentos infantiles y durante un breve periodo de tiempo inició su carrera como escritora de poesía y narraciones para niños. Pero la llegada del nazismo trucaría sus sueños, como los de millones de personas en toda Europa. En 1940 huía con los suyos a Londres.


Foto: BBC

A pesar de que Noor había sido educada en los valores pacifistas que siempre defendió su familia, sintió un profundo sentimiento de rabia hacia la situación en la que se sumía el viejo continente. Noor sintió que debía hacer algo para contribuir a la lucha contra el nazismo, así que en noviembre de 1940 se unió a la Women's Auxiliary Air Force (WAAF) donde aprendió todo lo que pudo en relación a las comunicaciones por radio.

Su alto dominio del francés llamó la atención del Servicio de Operaciones Espaciales (SOE), que vio en ella una perfecta candidata para trabajar con la resistencia en las zonas ocupadas. El problema de Noor era su aparente fragilidad y el no haber superado los simulacros de interrogatorios a los que sumían a los futuros agentes. Aún así, su perfecto francés, su gran conocimiento de las operaciones de radio y su determinación la convirtieron en un miembro de la resistencia que puso rumbo a Francia. Como miembro de la Sección F (Francesa) del SOE, Noor Inayat se convertía en la primera mujer operadora de radio en territorio francés.




Durante los años que permaneció en la resistencia, la labor de Noor fue muy valiosa. Ayudó a salvar a aviadores aliados y a boicotear comunicaciones enemigas. Era una operadora ágil que se movía con velocidad para escapar de la posible pista que pudiera dejar a los miembros de la Gestapo que sabía de la existencia de alguien con sus características.

Pero la suerte de Noor terminó cuando fue traicionada por un agente doble y entregada a la Gestapo. En su reclusión parisina intentó fugarse en varias ocasiones hasta que terminó la paciencia de sus captores que no consiguieron mantenerla quieta ni sonsacarle los nombres de sus compañeros fue trasladada a la prisión de Pforzheim en Alemania donde fue tratada como una presa peligrosa y fue encadenada.

Noor Inayat fue torturada en varias ocasiones sin éxito para sus captores quienes no consiguieron sacarle ninguna información. Diez meses permaneció encadenada en su celda de Pforzheim hasta que el 11 de septiembre de 1944 fue trasladada a Dachau donde fue fusilada dos días después junto a otras tres agentes británicas. Sus cuerpos fueron quemados para que nada quedara de aquellas mujeres valientes que dieron su vida por la libertad.

 Si quieres leer sobre ella 

Heroínas de la Segunda Guerra MundialKathryn J. Atwood


Spy Princess: The Life of Noor Inayat Khan, Shrabani Basu

http://www.noormemorial.org/

Comentarios

  1. Conmueve el alma saber de personas así, que a pesar de su aparente fragilidad física, poseyeron una grandeza de espíritu tal para luchar y llegado el momento soportar las terribles torturas de la temible Gestapo, sin delatar a sus compañeros.
    En el alma de Los Hijos de la Libertad, has de vivir por siempre.
    Abur!

    ResponderEliminar
  2. Alma grande que trasciende y contribuye a dejar un mejor mundo, luchando por la LIBEERAD!!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario