La primera periodista de América, Margaret Fuller (1810-1850)


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Margaret Fuller pasó a la historia del periodismo americano por haber sido la primera mujer en conseguir un contrato en una redacción de un periódico. Su carrera no se quedó en eso, pues pronto se convertiría también en la primera corresponsal femenina en Europa. Afín a los movimientos trascendentalistas, Margaret propició la creación de grupos de discusión femeninos y defendió activamente los derechos de las mujeres. Casada y con un hijo, Margarita terminó su vida trágicamente a bordo del barco que la trasladaba de vuelta a América tras su trabajo como corresponsal. De haber sobrevivido, a buen seguro que hubiera seguido regalando al mundo intelectual sus sabias y comprometidas palabras.

Educada como un niño
Sarah Margaret Fuller nació el 23 de mayo de 1810 en Cambridgeport, Massachusetts. Margaret fue la primogénita de Timothy Fuller y Margaret Crane. Fue su padre quien decidió que su hija recibiera una educación estricta alejada de los estereotipos de formación femenina.

En 1817 su padre fue elegido miembro del Congreso de los Estados Unidos por lo que durante un tiempo su vida estuvo a caballo entre Massachusetts y Washington. En 1819 Margaret ingresó en el Port School de su ciudad natal y dos años después en el Liceo para jovencitas de Boston. En sus años de estudio, Margaret leía con avidez y se dio cuenta que no tenía las mismas inquietudes que sus compañeras de estudio.

Tomando las riendas de su familia
En 1835 su padre fallecía de cólera dejando a su familia en una situación económica complicada. Margaret, la primogénita, decidió que debía hacerse cargo de su madre y sus hermanos y empezó a trabajar como maestra en una escuela de Boston.

Además de hacerse cargo de los suyos, Margaret decidió organizar reuniones de mujeres en las que discutir sobre distintos temas alejados de los considerados estrictamente femeninos. Pretendía así paliar la falta de educación de las jóvenes de su tiempo. A sus reuniones se fueron añadiendo mujeres afines a los movimientos feministas de la época.

Editora y corresponsal
En 1839 Margaret Fuller fue contratada como editora del periódico trascendentalista The Dial. En este periódico inició una serie de artículos relacionados con las mujeres, sus derechos y su situación social que terminarían convirtiéndose en un libro, titulado Las mujeres en el siglo XIX. Su obra fue la primera de muchas obras feministas y pasó a ser un referente para los movimientos en defensa de los derechos de las mujeres.


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Después de cuatro años como editora del Dial, Margaret se trasladó a Nueva York donde aceptó un puesto similar en el New York Tribune. En 1846 el diario le propuso viajar a Europa como corresponsal, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese puesto. Sus principales destinos fueron Inglaterra e Italia y cubrió momentos de la historia tan importantes como la revolución italiana. Fue precisamente en Londres donde conoció a Giuseppe Mazzini, uno de los protagonistas de la revolución, y a Giovanni Angelo Ossoli, un italiano con el que posiblemente mantuvo una relación que no se sabe si terminó en matrimonio. Lo cierto es que Margaret y Giovanni tuvieron un hijo y se trasladaron a vivir a Florencia. La pareja se implicó activamente en la defensa de la república italiana, una experiencia que Margaret pensaba plasmar en un libro.

El final del trayecto
Pero al decidir su vuelta a los Estados Unidos, el barco en el que viajaban los tres, Margaret, Giovanni y su hijo, se hundió poco antes de llegar a Nueva York. Solamente sobrevivió el pequeño Angelino.

Un hermano de Margaret, Arthur, decidió años después recopilar sus escritos y publicarlos para que no cayeran en el olvido.

 Bibliografía 

Margaret Fuller, Julia Ward Howe
Margaret Fuller, Arthur W. Brown

Comentarios

  1. Hola Sandra. Me ha encantado toparme casualmente con tu blog.
    Muy bueno. Te felicito y te agradezco todo lo que has publicado.

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  2. Magnífica mujer, gracias por darnos a conocer todas estas grandes mujeres de la historia, por permitir que no caigan en el olvido.
    Las admiro muchísimo...!!

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  3. Muchas gracias, Sandra. ¿Podrías decirme si su obra está traducida al castellano?

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