Las once mil vírgenes, Santa Úrsula de Colonia (Siglo IV?)
El martirio de Santa Úrsula y las once mil vírgenes. Rubens. Kimbell Art Museum. Wikimedia Commons
Una misteriosa inscripción en la iglesia de Santa Úrsula de Colonia y las reliquias de una joven martirizada dieron pie al nacimiento de una de las leyendas más conocidas de la Edad Media, la vida de Santa Úrsula y las once mil vírgenes. Aunque es más que probable que ni la existencia de la santa ni de su numeroso acompañamiento sea real, lo cierto es que la imagen, veneración y reconocimiento hacia este personaje se prolongó en el tiempo.
La leyenda de Santa Úrsula
La historia de una bella princesa proveniente de las Islas Británicas tomó múltiples formas y fue cantada como romance por los caminos de la Europa Medieval. Según la tradición, Úrsula era la hija del rey inglés Donatu de Dummonia y fue prometida a un príncipe, Conan Meriadoc de Armórica, la actual Bretaña francesa. La joven, de profunda piedad, había hecho votos secretos de castidad. Para proteger su virginidad sin provocar un conflicto entre las dos dinastías, pidió que su matrimonio se pospusiera tres años, tiempo en el que Úrsula esperaba que su futuro marido se convirtiera al cristianismo.
En el tiempo de espera Úrsula organizó una peregrinación a Roma, viaje al que se unieron un séquito de once mil jóvenes vírgenes. Después de un largo periplo por Europa consiguieron llegar a la ciudad eterna pero al volver, en Colonia, se toparon con las peligrosas y violentas huestes del mismísimo Atila. Los hunos apresaron a las jóvenes que fueron martirizadas y decapitadas. La bella Úrsula enamoró al jefe de los hunos pero al negarse a ser su esposa también sufrió martirio siendo saeteada hasta morir.
Una misteriosa inscripción en la iglesia de Santa Úrsula de Colonia y las reliquias de una joven martirizada dieron pie al nacimiento de una de las leyendas más conocidas de la Edad Media, la vida de Santa Úrsula y las once mil vírgenes. Aunque es más que probable que ni la existencia de la santa ni de su numeroso acompañamiento sea real, lo cierto es que la imagen, veneración y reconocimiento hacia este personaje se prolongó en el tiempo.
La leyenda de Santa Úrsula
La historia de una bella princesa proveniente de las Islas Británicas tomó múltiples formas y fue cantada como romance por los caminos de la Europa Medieval. Según la tradición, Úrsula era la hija del rey inglés Donatu de Dummonia y fue prometida a un príncipe, Conan Meriadoc de Armórica, la actual Bretaña francesa. La joven, de profunda piedad, había hecho votos secretos de castidad. Para proteger su virginidad sin provocar un conflicto entre las dos dinastías, pidió que su matrimonio se pospusiera tres años, tiempo en el que Úrsula esperaba que su futuro marido se convirtiera al cristianismo.
En el tiempo de espera Úrsula organizó una peregrinación a Roma, viaje al que se unieron un séquito de once mil jóvenes vírgenes. Después de un largo periplo por Europa consiguieron llegar a la ciudad eterna pero al volver, en Colonia, se toparon con las peligrosas y violentas huestes del mismísimo Atila. Los hunos apresaron a las jóvenes que fueron martirizadas y decapitadas. La bella Úrsula enamoró al jefe de los hunos pero al negarse a ser su esposa también sufrió martirio siendo saeteada hasta morir.
Martirio de Santa Úrsula. Hans Memling. Wikimedia Commons
Una lápida y unas reliquias como origen de la leyenda
En el coro de la iglesia de Santa Úrsula aparece tallado un texto en el que, al parecer, narra el periplo de Úrsula y las once mil vírgenes. Unos huesos encontrados en el cementerio de la antigua colonia romana Agripinensis fueron declarados como reliquias y atribuidos a la joven Úrsula. Estas fueron las dos pruebas que iniciaron la leyenda, junto con un posible error de interpretación de unos números y nombres de las vírgenes que dio pie al número “once mil”. Una leyenda que en la actualidad se acepta como tal, con mínimos fundamentos históricos.
De la Sorbona a la creación de las ursulinas
A pesar de sus débiles bases históricas, la leyenda y la devoción a Santa Úrsula se extendió por toda Europa y en muchos lugares se erigieron iglesias en su honor. En el siglo XIII la universidad de París, la Sorbona, la adoptaba como patrona convirtiéndose en la protectora de los estudiantes universitarios en todo el periodo medieval.
Su aparición en un sueño de otra santa, Santa Ángela de Mérici, sería la razón para darle su nombre a la congregación creada por ésta, las ursulinas.
Su fiesta se celebra el 21 de octubre, según el santoral católico.
Una lápida y unas reliquias como origen de la leyenda
En el coro de la iglesia de Santa Úrsula aparece tallado un texto en el que, al parecer, narra el periplo de Úrsula y las once mil vírgenes. Unos huesos encontrados en el cementerio de la antigua colonia romana Agripinensis fueron declarados como reliquias y atribuidos a la joven Úrsula. Estas fueron las dos pruebas que iniciaron la leyenda, junto con un posible error de interpretación de unos números y nombres de las vírgenes que dio pie al número “once mil”. Una leyenda que en la actualidad se acepta como tal, con mínimos fundamentos históricos.
De la Sorbona a la creación de las ursulinas
A pesar de sus débiles bases históricas, la leyenda y la devoción a Santa Úrsula se extendió por toda Europa y en muchos lugares se erigieron iglesias en su honor. En el siglo XIII la universidad de París, la Sorbona, la adoptaba como patrona convirtiéndose en la protectora de los estudiantes universitarios en todo el periodo medieval.
Su aparición en un sueño de otra santa, Santa Ángela de Mérici, sería la razón para darle su nombre a la congregación creada por ésta, las ursulinas.
Su fiesta se celebra el 21 de octubre, según el santoral católico.
Referencias
aciprensa.com/santos/santo.php?id=317
biografiasyvidas.com/biografia/u/ursula.htm
www.ucm.es/bdiconografiamedieval/santa-ursula
Querida Sandra, la leyenda ha mejorado a la realidad en este caso; porque, ¿existirían alguna vez esas once mil vírgenes fuera del imaginario popular? ¡Cuánto peso y reponsabilidad ha caído y sigue cayendo sobre el pobre himen!
ResponderEliminarMe gusta el nombre de Úrsula, que proviene del diminutivo del latín "ursa", osa, es decir, osita.
Mil besiños, amiga.
umm
ResponderEliminarhay un libro muy hermoso, que se llama el suenho de Ursula, de maria negroni, de prosa poetica, una belleza de libro.
ResponderEliminarEs bellísimo.
EliminarMe encantan las publicaciones de éste blog, para que podamos recibir milagros de los santos es bueno ofrecerles una oracion poderosa, así ellos se sentirán contentos.
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