La Unión de Kalmar, Margarita I de Dinamarca (1353-1412)

CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=13896

Margarita I de Dinamarca fue el primer monarca que unió los tres reinos escandinavos bajo una misma corona. La conocida como Unión de Kalmar trajo a Dinamarca, Suecia y Noruega, años de relativa paz y prosperidad.

Una joven reina
Margarita Valdemarsdotter nació en Soborg, Dinamarca en 1353. Era la hija pequeña de los reyes de Dinamarca Valdemar IV y Helvig. Tenía una única hermana, Ingeborg, cuyo nieto sería, con el tiempo, el heredero de Margarita.

Al tener solamente dos hijas, el rey Valdemar inició una política de alianzas matrimoniales para afianzar a su familia en el trono y conseguir nuevos territorios. Así, cuando la pequeña Margarita tenía 7 años, fue comprometida en matrimonio con Haakon de Noruega, 13 años mayor que ella. Haakon VI Magnusson, además de reinar sobre el territorio noruego, era correy de Suecia junto con su padre, Magnus II Eriksson. Por lo tanto, la unión de Margarita y Magnus preconizaba una posible unión de los tres reinos escandinavos.

Con 10 años, y convertida en reina consorte de Noruega, Margarita se trasladó a vivir a la corte de aquel país escandinavo donde fue educada por una institutriz llamada, Marta Ulfsdotter, quien era hija de Santa Brígida de Suecia.

Un hijo, varias coronas
En 1370, cuando Margarita tenía 17 años, dio a luz a su único hijo, Olaf. Al morir el padre de Margarita, el rey danés Valdemar IV en 1375, el pequeño sucedía a su abuelo en el trono de Dinamarca un año después. Al tener solamente 6 años, Margarita se encargó de la educación de su hijo y de la regencia del país.

Wikimedia Commons

En 1380, Margarita quedaba viuda y su hijo heredaba una nueva corona, la noruega. Puesto que Olaf seguía siendo un niño, Margarita asumió también la regencia del reino noruego.

Los reinos de Noruega y Dinamarca, con el apoyo de la Liga Hanseática, quedaban entonces unidos bajo el reinado de Olaf y la regencia de su madre.

De regente a reina
Pero la repentina muerte de Olaf cuando solamente tenía 17 años (1387), puso a ambos países en una difícil situación. Pero el gobierno que Margarita había ejercido durante la regencia declinaron la balanza en su favor. Una semana después de la muerte de su hijo, Dinamarca la eligió como reina soberana. Pocos meses después, ya en 1388, eran los noruegos los que concedían su corona a Margarita.

De dos a tres coronas
Una vez afianzada en el poder en Dinamarca y Noruega, Margarita no dudó en reclamar para sí el reino de Suecia, del que había sido reina consorte junto con su marido. Para ello no vaciló en enfrentarse a Alberto III de Mecklemburgo, quien había usurpado el trono sueco. Apoyada por buena parte de la nobleza local, Margarita venció a Alberto en la batalla de Alse, Falköping, el 24 de febrero de 1389.

Margarita trajo a los tres reinos el modelo de monarquía centralizada que otros monarcas europeos habían instaurado en sus reinos.

La Unión de Kalmar
Su reinado sobre los tres países escandinavos se afianzó con la llamada Unión de Kalmar. El 20 de julio de 1397, los distintos consejos de los tres reinos firmaban este acta de unión que regulaba los límites y el grado de autonomía del gobierno y las leyes de cada uno de los países. La Unión de Kalmar duraría hasta 1523 dando a Escandinavia un periodo de relativa paz.

El fin de una gran reina
Como Margarita no tenía más hijos y no tenía intención de volverse a casar, nombró como su sucesor a Erik de Pomerania, nieto de su hermana mayor, Ingeborg. Cuando Erik fue nombrado rey de los tres países, Margarita no se retiró del poder y siguió gobernando con mano firme hasta su muerte.

De hecho, Margarita I de Dinamarca encontró la muerte en medio de una campaña en la que reclamaba el condado de Holstein. Era el 28 de octubre de 1412. Tenía 55 años.

Margarita fue enterrada en Soro, pero un año después sus restos fueron trasladados a la catedral de Roskilde, cerca de la capital danesa.

Margarita I de Dinamarca no sólo fue la primera reina que unió los tres países Escandinavos sino que pasó a la historia como una de las gobernantes más importantes de la Edad Media.

 Bibliografía 

Las mujeres más poderosas de la Edad Media: reinas, santas y asesinas. De Teodora a Isabel Tudor, Melissa y Michael Rank

Comentarios