Los matrimonios de conveniencia fueron durante siglos algo totalmente normal en el seno de las casas reales europeas. Reyes, reinas, príncipes y princesas, se unían en matrimonios en los que se enlazaban familias, no personas, ni por supuesto sentimientos. Algunas y algunos de aquellos grandes personajes aceptaron sumisos su destino o supieron aparentar que así lo aceptaban mientras disfrutaban de una doble vida. Pero esos amoríos secretos no siempre quedaron impunes. Margarita de Borgoña fue una de esas mujeres destinadas a ser reina por voluntad ajena pero que decidió seguir a su corazón y a su propia voluntad a pesar de las consecuencias. Unas consecuencias que para ella fueron terribles.
Soy Sandra Ferrer Valero, escritora apasionada por la historia de las mujeres. Comparte conmigo el amor hacia un pasado en femenino