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La Canción

Ahora que se habla tanto de Eurovisión, de su politización, de la pérdida de su esencia, os recomiendo que veáis la deliciosa serie La Canción (Movistar Plus). Inspirada en cómo se fraguó la decisión de enviar a Massiel al festival, con un tono desenfadado y alejado de trifulcas políticas que últimamente lo impregnan todo, a lo largo de tres episodios se repasa no sólo la historia concreta de la discusión con Joan Manel Serrat a cuenta de su petición de cantar en catalán y la llegada en el último momento de un huracán como Massiel interpretada, por cierto, por una magnífica Carolina Yuste.  A lo largo de la historia real, descubrimos historias personales de personajes ficticios, pero muy auténticos y seguramente con muchos correlatos en la vida real. Chicas jóvenes con ganas de cambiar el mundo; muchachos con ideas pero con miedo a enojar al régimen de Franco; otros dispuestos a romper tabúes demasiado peligrosos... Todo, como digo, en una recreación muy divertida en la que, adem...

La hija del grabador, María Eugenia de Beer (Siglo XVII)

En los talleres de los principales artistas de la historia del arte, a menudo encontramos algún miembro de su misma familia. En algunos de esos casos fueron hijas de pintores, grabadores o escultores las que aprendieron de sus progenitores. Un brillante ejemplo fue el de María Eugenia de Beer, hija de un grabador holandés que se instaló en España a principios del siglo XVII.

Poco o casi nada sabemos de la vida de María Eugenia. Sus noticias se centran en la llegada de su padre, el grabador de Utrecht Cornelio de Beer que hacia 1620 se había instalado en Madrid con toda su familia. Parece ser que Cornelio se hizo un sitio en el mercado de grabadores de la capital española y pudo tener una vida acomodada. En 1641 otorgó a su hija una importante dote para poderse casar con Nicolás Merstraten.

La vida de casada no interrumpió la exitosa carrera de María Eugenia quien realizó importantes obras sobretodo portadas de libros e ilustraciones, inspiradas la gran mayoría en la obra de Velázquez. Además de su trabajo en el mundo editorial, María Eugenia de Beer pintó una colección de 25 estampas de aves dedicadas al príncipe Baltasar Carlos. 

María Eugenia de Beer fue famosa y reconocida en su época, algo que ella aceptó con orgullo firmando todas sus obras, hecho muy poco frecuente en los trabajos artísticos femeninos. 

Nada se sabe de la grabadora María Eugenia de Beer a partir de 1652. Sus bellas estampas, grabaciones e ilustraciones son lo que nos queda de la vida artística de esta mujer. 

Comentarios

  1. Querida Sandra, hermosa estampa no has grabado de esta mujer, Mª Eugenia de Beer, quien, siguiendo la estela de su padre, nos dejó su obra artística, aunque la Historia nos haya robado su biografía. Es un placer esta ocasión que nos brindas de recuperar y dar lustre a su labor.
    Mil bicos, cara.

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