La primera escritora, Christine de Pizan (1364-1430)
Ilustración: Wikimedia Commons
Fue en el siglo XIV cuando por primera vez una mujer pudo ganarse la vida escribiendo. Esa mujer, Christine de Pizan, se convirtió en la primera escritora profesional de la historia gracias a su tenacidad y fuerza de voluntad. No sólo eso, Christine pasó a la historia como una gran defensora de los derechos de las mujeres en la sociedad.
Fueron curiosamente dos hombres quienes alentaron a esta joven italiana a desarrollar y potenciar sus precoces dotes intelectuales. Su padre, Tomasso da Pizano, era un médico y astrólogo italiano que había llegado a la corte de Carlos V como asesor del monarca francés acompañado de su mujer y su hija de cuatro años. Pronto se dio cuenta de la inteligencia de la niña, foco de conflicto con su esposa, quien preparaba para Christine un futuro acorde a una dama de la corte, bien casada y con muchos hijos. La insistencia de Tomasso hizo que la madre de Christine aceptara a regañadientes una educación especial para su hija.
Cuando Christine tenía quince años se casó con un notario y secretario del rey francés. Etienne de Castel siguió la misma pauta que Tomasso y no sólo permitió sino que también alentó a su joven esposa a continuar escribiendo e investigando rodeada de libros y eruditos de la corte.
Las desgracias que la convirtieron en profesional
Christine había conseguido un excepcional equilibrio en su mundo femenino. Estaba casada y tenía tres hijos, papel que combinaba a la perfección con sus estudios y sus escritos. Pero esta vida idílica se truncó con la muerte de uno de sus hijos y la prematura desaparición de su padre y su marido. Con veinticinco años se convertía en una joven viuda con dos hijos y una madre a su cargo y con graves problemas económicos. La primera respuesta a aquella triste situación era un nuevo matrimonio; la segunda, el claustro.
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Sobre las mujeres y contra la misoginia
Convertida en una escritora en mayúsculas, Christine de Pizan mantuvo a la familia que le quedaba con su obra. Una obra que pasó de la temática amorosa a temas más comprometidos como la filosofía, la política, la historia, la moral o el derecho de la mujer en la sociedad.
©Isabel Ruiz Ruiz
La Ciudad de la damas, su obra más representativa, es un alegato a favor de la mujer para la que reclama un lugar en el mundo, así como una clara crítica a la misoginia imperante en aquel mundo medieval.
Precursora de la mujer actual
Más de cinco siglos han pasado desde que Christine de Pizan reclamara para su género respeto y dignidad. Después de todo este tiempo, sigue sorprendiendo cómo en plena Edad Media una mujer no sólo vivió de sus ideas sino que las perpetuó a lo largo de los siglos.
Su obra
Christine de Pizan
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Enhorabuena por tu blog.
ResponderEliminarMe ha encantado tu articulo. Christine de Pizan es un claro ejemplo a seguir en esta sociedad en la que vivimos. Es increíble ver la evolución que ha dado la mente de los hombres y cuanto hemos tardado en darnos cuenta de la igualdad entre ambos sexos. gracias po9r inspirarme y fomentar a las grandes mujeres.
ResponderEliminarMe gustó la nota, sólo recomiendo a la autora revisar a Murasaki Shikibu, una mujer japonesa que escribió antes que Cristina.
ResponderEliminargran descubrimiento, gracias
ResponderEliminarMe gustó tu articulo, estoy trabajando en un proyecto sobre Cristina. ha sido una mujer extraordinaria, visionaria.... gracias por tu trabajo. seguimos en contacto
ResponderEliminarmuy interesante
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