El teatro reivindicativo, Asja Lacis (1891-1979)



Existen muchas maneras de levantarse contra el orden establecido para reivindicar cambios sociales y el arte ha sido una de las herramientas utilizadas a lo largo de los siglos. Desde poesía hasta lienzos, pasando por obras de teatro. Ese fue el caso de la dramaturga Asja Lacis, escritora de origen letón que se unió al movimiento bolchevique durante la Revolución Rusa y terminó encarcelada en un gulag durante las terribles purgas de Stalin. Asja Lacis aprendió de grandes dramaturgos y escritores e inspiró a otros intelectuales de su tiempo como Walter Benjamin quien terminó rendida a sus pies.

Asja Lacis, cuyo nombre de nacimiento era Anna Ernestowna Liepina, nació en Letonia el 19 de octubre de 1891 en el seno de una familia humilde. Su padre trabajaba como tapicero en una fábrica y su madre se ganaba la vida como tejedora. A pesar de las dificultades económicas que sufrían como cualquier familia de clase trabajadora, sus padres hicieron grandes esfuerzos para dar a su hija una buena educación. Anna pudo estudiar en uno de los mejores institutos de Riga y continuar formándose en San Petersburgo donde asistió durante dos años a clases de psiquiatría en el Instituto de Psiconeurología Vladimir Bekhterev's.

Pero Asja pronto sintió una atracción hacia el teatro que la atraparía para siempre. En 1914 se trasladó a Moscú donde inició sus estudios en arte dramático en el Instituto de Ciencias Teatrales Kommisarshevski. En 1916 empezó a trabajar en el estudio del dramaturgo Theodor Komissarjevski.



Anna fue testigo directo de la Revolución de Octubre de 1917 y se sintió cercana a las ideas revolucionarias, uniéndose al partido bolchevique, dispuesta a convertirse en un "buen soldado de la revolución". Asja decidió utilizar el teatro como arma revolucionaria y fundó en Orel un teatro experimental para niños proletarios basado en la improvisación. Unida a la causa bolchevique, Asja convivió durante un tiempo con personas desarraigadas a las que les ofreció su talento como dramaturga como vía de expresión de sus miedos y problemas.


Asja con su marido Jūlijs Lāči

En 1920 Asja Lacis regresaba a su Letonia natal donde se unió al Teatro de los Trabajadores de Riga. En aquel tiempo contrajo matrimonio con el periodista Jūlijs Lāči con quien tuvo a su única hija, Dagmara, pero cuya relación no fue demasiado buena. La actividad teatral reivindicativa de Asja la llevó a ser detenida por las autoridades letonas que la llevaron a prisión y, tras liberarla, fue obligada a dejar su ciudad. En 1922 se trasladó a vivir un tiempo a Berlín donde mantuvo vivo el espíritu revolucionario del teatro reivindicativo que luchaba por la revolución bolchevique. En la capital alemana, Asja aprendió de grandes nombres del cine y el teatro, como Fritz Lang, Bertolt Brecht o Bernhard Reich. Con Reich, director austriaco, mantuvo una relación sentimental y estableció lazos artísticos trabajando conjuntamente en Munich.

La mala salud de su hija Dagmana obligó a Asja a buscar un clima mejor para ella y en 1924 se trasladó a vivir a Capri junto a Bernhard Reich. Allí conoció al filósofo e intelectual Walter Benjamin quien se enamoró de Asja y desde entonces la seguiría hasta Riga y después a Moscú ayudándola en su labor como directora de teatros infantiles.

En 1925 Asja se puso bajo la dirección de Reich en la representación de La Dama de las Camelias en el Deutsches Theater mientras convivía con el amor que le mostraba Benjamin, dispuesto a divorciarse para vivir junto a su amada. Mientras tanto, Asja continuaba con sus proyectos teatrales. De nuevo en Moscú, y con la ayuda de la viuda de Lenin, Nadezhda Krupskaya, trabajó para crear un teatro infantil en la ciudad. En 1928 volvía a Berlín con la tarea de mantener vivas las ideas del teatro soviético en Occidente.



Trabajadora incansable y profundamente comprometida con el teatro y el cine, Asja Lacis viajó a Odesa en 1931 para participar como asistente de dirección de Erwin Picastor en la película La Rebelión de los Pescadores de Santa Bárbara, una obra escrita por la autora comunista alemana de origen judío Anna Seghers. Desde entonces, se especializó en el arte cinematográfico y se matriculó en la Facultad de Escritores del Instituto de Cine Soviético de Moscú, aunque no dejó nunca el teatro. De hecho, en 1933 fue nombrada directora del teatro Skatuve de Riga.

Asja Lacis no se libró de las temibles purgas estalinistas y en 1938 fue detenida por el KGB y condenada a permanecer en un gulag en Kazajistán donde sobrevivió durante una década. De vuelta a su Letonia natal, se sumergió de nuevo en el mundo del teatro dirigiendo el teatro de Valmiera donde permaneció hasta su retirada oficial en 1957. Sin embargo, Asja Lacis no se desligó nunca de la que fue su pasión y continuó actuando, escribiendo y enseñando hasta su muerte, el 21 de noviembre de 1979.

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Asja. Amor de dirección únicaRoser Amills

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