La sensualidad de un guante, Rita Hayworth (1918-1987)



Rita Hayworth fue sin duda una de las míticas actrices que brilló con luz propia en el Hollywood dorado de mediados del siglo pasado. A pesar de tener más de 60 películas en su filmografía fue su excelente papel en Gilda el que la catapultó a la fama y la convirtió en mito a la vez que provocó gran escándalo en los círculos más puritanos.

Una bailarina española en Brooklyn
Margarita Carmen Cansino nació en Brooklyn el 17 de octubre de 1918. Su padre, Eduardo Cansino, era un bailarín de origen español, y su madre, Volga Hayworth, también bailarina, descendía de irlandeses e ingleses. Margarita era la mayor de tres hermanos.

Su padre quiso que Margarita se dedicara como él a la danza y siguiera así una importante saga de bailarines. Su abuelo, Antonio Cansino, había popularizado el bolero. La joven, sin embargo, nunca disfrutó de sus clases de danza.

Una actriz neoyorkina en Hollywood
En 1927, cuando tenía 8 años, la familia de Margarita se trasladó a vivir a Hollywood movidos por el interés de su padre de hacer famosa a su hija como bailarina en las películas de cine. Poco a poco se empezó a introducir en filmes de segunda mostrando su estilo en el baile.

No había cumplido aún los 20 años cuando Margarita se casó con Edward C. Judson. Un matrimonio que duraría apenas 5 años pero que fue de lo más rentable para su carrera como bailarina y después como actriz. Judson consiguió para su esposa un contrato con la productora Columbia Pictures. Dos años después participaría como actriz secundaria en Sólo los ángeles tienen alas, su primera gran interpretación que le reportó nuevos papeles.


El nacimiento de una sex symbol
Cuando la ya actriz Rita Hayworth firmó un contrato con la Twenty Century Fox, protagonizó otra cinta importante en su carrera, Sangre y arena, que la convertiría en toda una sex symbol y en una de las actrices mejores pagadas de Hollywood.

Durante unos 5 años protagonizó numerosas películas, entre ellas Las Modelos o Esta noche y todas las noches, trabajando con actores de la talla de Fred Astaire, Gene Kelly o James Cagney. Pero sería sin duda su papel en Gilda, en 1946, la que convertiría a Rita en un mito de la gran pantalla.

Por aquel entonces ya había terminado su matrimonio con Edward C. Judson y se había casado con el director de cine Orson Welles con el que tendría una hija, Rebecca Welles. Un sugerente strip-tease con un simple guante y una bofetada inolvidable de la mano de Glenn Ford, hicieron de Gilda una de las películas más exitosas y escandalosas del momento.

Tras Gilda rodó con su marido La dama de Shangai, una cinta que no tendría mucho éxito en su momento pero que se convertiría en un clásico de la historia del cine.



Una princesa en decadencia
Poco tiempo después se separaba de Welles y en 1949 se casaba con el príncipe Alí Khan. Su tercer matrimonio no duraría mucho más que los anteriores. Tras tener a su segunda hija, Yasmin Aga Khan, Rita se separaría del príncipe en 1953. Dos veces más volvería a contraer matrimonio, pero ninguno de sus compromisos matrimoniales terminaría bien.

Tampoco su carrera cinematográfica mejoró. Tras el gran éxito de Gilda y su encasillamiento como icono sexual, Rita no consiguió protagonizar grandes películas.

Su declive fue irreversible cuando en la década de los 70 empezó a sentir los síntomas de una entonces desconocida enfermedad, el Alzheimer. Muchos años tardaría en conseguir ser diagnosticada de una enfermedad que no sólo la invalidó para recordar los guiones sino que provocó múltiples rumores atribuyendo al alcohol y las drogas su falta de memoria.

Aun así, Rita Hayworth protagonizaría varios títulos. El último, La ira de Dios, en 1972. 15 años después, el 14 de mayo de 1987, moría en el barrio neoyorkino de Manhattan. Tenía 68 años.

 Si quieres leer sobre ella 

Si aquello fue felicidad: La vida de Rita Hayworth, Barbara Leaming

Comentarios

  1. ¡Escándalo mayúsculo supuso en aquella España pacata y santurrona, querida Sandra, el estreno en los cines de esta película, donde se demostró fidedignamente que el clímax erótico no se alcanzaba con el mostrar sino con el sugerir apenas, donde la imaginación suple con extraordinaria eficacia al resto de los sentidos y donde un simple guante es promesa de goce!
    Es justo reivindicar los esfuerzos de su hija Yasmin por demostrar que los síntomas del visible deterioro físico de su madre no eran debidos al alcoholismo, sino a una gravísima enfermedad neurológica, el Alzheimer.
    Rita fue una mujer dotada de una extraordinaria belleza, una de las estrellas más rutilantes de la gran pantalla, con una profunda personalidad y magnetismo personal, con sus virtudes y sus defectos, que nos ha legado su brillante estela.
    Gracias, Sandra, por acercarnos en esta ocasión a esta gran actriz que con su interpretación hizo exclamar "Nunca hubo mujer como Gilda".
    Mil bicos, amiga, y feliz año 2012.

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  2. Fascinante mujer. Éxitos en el Concurso 20blogs.

    Te invito a que visites mi blog en la sección de cine
    http://cineparausarelcerebro.blogspot.com/

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