Ángel o demonio, Lucrecia Borgia (1480-1519)


Supuesto retrato de Lucrecia Borgia. Bartolomeo Veneto. Wikimedia Commons

Lucrecia Borgia es uno de los personajes femeninos que más ríos de tinta han provocado. Una vida envuelta en asesinatos, conjuras, relaciones prohibidas e hijos misteriosamente concebidos crearon un personaje de leyenda.

Un peón para los Borgia
Lucrecia Borgia nació en Subiaco el 18 de abril de 1480. Era el tercer bebé, la primera niña, de la relación entre el cardenal Rodrigo Borgia y su cortesana Vanozza Catanei. Su condición femenina la convirtió en un peón al servicio de las alianzas políticas de su padre. Pero sin ningún tipo de reparo, Rodrigo no tuvo problemas en hacer y deshacer los matrimonios de su hija a su antojo según el momento político y sus necesidades de poder.

Primer matrimonio, primera jugada
En 1493, tras haber sido elegido papa con el nombre de Alejandro VI, Rodrigo Borgia casó a su pequeña de 13 años con Giovanni Sforza. Creaba así una poderosa alianza con Milán. Durante los primeros años de matrimonio de Lucrecia y Giovanni, el papa Borgia fue aumentando su poder hasta el punto de ver como inútil su relación con la familia Sforza. Alejandro VI ya no los necesitaba, así que decidió romper el matrimonio de su hija a quien utilizaría en nuevas alianzas político-matrimoniales.

Empezó entonces un periplo para deshacerse del desdichado Giovanni. De un intento de asesinato que César, el hermano de Lucrecia ayudó a abortar se llegó a un definitivo proceso de nulidad matrimonial en el que Giovanni se vio presionado para firmar un documento en el que declaraba su propia impotencia.

En el tiempo que duró el proceso de anulación de su matrimonio, Lucrecia vivió enclaustrada en un convento, aislada del mundo. Se comunicaba con su padre por medio de un mensajero. Fue en ese periodo que Lucrecia quedó embarazada sin que nunca se llegara a dilucidar la paternidad de la criatura; episodio que ayudaría a los detractores de Alejandro VI a crear una leyenda negra en torno a su hija.


Supuesto retrato de Lucrecia Borgia como Santa Catalina de Alejandría. Pinturicchio. Sala de los Santos, Apartamentos Borgia. Wikimedia Commons

Segundo matrimonio, segunda jugada
Con 18 años, Lucrecia fue entregada a Alfonso de Aragón, cerrando una importante alianza que con el tiempo también se demostraría inútil para los intereses de los Borgia. Al haber concebido un hijo, la vía de la nulidad matrimonial llevada a cabo con su primer matrimonio no se pudo utilizar. El asesinato fue la solución.

La leyenda negra del peón
A lo largo de los años en que Lucrecia fue entregada a estos dos matrimonios no fue más que una marioneta al servicio del poder la aquella familia valenciana que había llegado al poder de los Estados Pontificios y del que no se querían deshacer. En este tiempo, el papa y su familia se rodeó de muchos detractores y enemigos que usaron a Lucrecia como diana de todas las iras. No tuvieron problemas en calumniar a la joven tachándola de adúltera y de haber cometido incesto con su padre y su hermano. A pesar de que todas las terribles acusaciones que cayeron sobre Lucrecia nunca se pudieron comprobar, la imagen de mujer pecadora y manipuladora la acompañó durante toda su vida.

La buonna duchesa
Tiempo después de quedar viuda, Alejandro VI nombró a su hija administradora del Vaticano, a pesar de las críticas recibidas por su juventud, inexperiencia y mala reputación.

Fue entonces cuando los Borgia diseñaron un nuevo matrimonio para Lucrecia. Con su imagen totalmente manchada, tuvieron que echar mano de las arcas familiares para convencer a la familia d'Este para que casara a uno de sus hijos, de nombre Alfonso, con la joven Lucrecia.

En esta ocasión Lucrecia tuvo la oportunidad de alejarse de la corrupción que envolvía a su familia e intentar empezar una nueva vida al lado de su nuevo marido quien confió en ella para ejercer como regente del ducado de Ferrara en sus largas ausencias. Lucrecia se supo ganar el cariño de su pueblo quien le dio el cariñoso apelativo de buonna duchesa. En aquel tiempo pudo ejercer como mecenas de las artes convirtiéndose en una verdadera dama renacentista alabada por Tiziano, de quien fue su musa, y por muchos poetas.

Lucrecia tuvo cinco hijos con el duque de Ferrara y vivió sus últimos años en paz siendo una buena esposa y una gran duquesa. Fue el nacimiento de su quinto hijo, quien sobrevivió pocos días, el que la llevó a la tumba. Unas fiebres puerperales terminaban con la vida de Lucrecia el 24 de junio de 1519. Tenía 39 años.

 Si quieres leer sobre ella

Lucrezia Borgia, Sarah Bradford

Lucrecia Borgia: La hija del papa, Genevieve Chauvel
Los Borgia, Óscar Villarroel González


Lucrecia Borgia, la hija del Papa, Darío Fo

Comentarios

  1. Que joven murió! Como digo en algun entrada del blog (creo que la de las diosas paleolíticas), las mujeres siempre són o diosas o brujas, nunca nos analizan en el plano de la normalidad.

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  2. Cuanto vivio esta mujer en tan solo 39 años, muy interesante esta biografia, muchas gracias

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  3. Anna es verdad. De Lucrecia Borgia se dice o que era un demonio o una santa. Nunca se la trata como una persona normal. Aunque lo del rollo de que era una pobre chica víctima de su familia que la corrompía y la obligaba no pega ni con cola. Yo no se mucho de ella, pero no creo que sea el ángel que algunos se empeñan. En realidad quien sabe. Sería una persona con sus problemas y con el lastre de su época, tanta tragedia. Yo creo que era igual que todos en esa familia, si hubieran tenido que ir a trabajar con un pico y una pala no tendrían tiempo para tanto rollo de envenenamientos, orgías y asesinatos. Esta biografía está bonita. Enhorabuena.

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  4. DIARIO DE LOS BORJA (BORGIA)
    Una historia de la familia Borja - Borgia de tres siglos en forma de diario con ilustraciones, fotos, enlaces, genealogía y textos.
    http://sites.google.com/site/diarioborjaborgia/Home

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  5. En mi opinión ella fue como todas las de su época: utilizada a merced de los intereses paternales. Fue violada por padre y hermano, algo muy habitual en la época que no se veía como violacion. Contribuyó a todas las fechorías porque era su obligación, no tenía derecho a decidir solo a obedecer. Pudo demostrar y ser ella misma cuando en su vida se cruzó una buena persona. Con su último marido pudo ser ella misma. Pero como es mujer siempre quedará en entredicho

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  6. He leído varias biografías de Lucrecia Borgia y tengo muy claro que fue una de tantas mujeres a las que sus importantes familias utilizaban como moneda de cambio para sus intereses políticos. Amó profundamente a su segundo marido Alfonso de Aragón y no pudo hacer nada por impedir su asesinato. Por lo demás aunque en otro contexto las mujeres en general en aquellas épocas e incluso en otras más recientes, carecían prácticamente de derechos, eran las familias las que decidían por ellas y a ellas solamente les quedaba aceptar. Algo que todavía sigue ocurriendo en ciertas culturas.

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